sábado, 10 de enero de 2009

SI ALGUNO QUIERE GLORIARSE…

Jeremías 9:23,24

¿Quién desea gloriarse?, meditando en esa pregunta me doy cuenta que muchos nos gloriamos de nuestra sabiduría, de nuestro conocimiento, de nuestros dones y de nuestras riquezas. Podríamos decir que muchos de nosotros queremos sacar pecho por algo que hemos alcanzado o que estamos en camino de lograrlo, deseamos sobrepasar a los demás en ciertos aspectos sin embargo Dios nos dice que todo eso de nada sirve sin haberse encaminado en el camino del conocimiento de Dios.

Aunque ahora viene otra pregunta, ¿Quién podrá gloriarse de conocer a Dios?; Nadie puede jactarse de conocer a Dios, ni si quiera en una millonésima parte, el se revela a cada uno de nosotros en su totalidad desde las escrituras, desde nuestras experiencias, desde nuestras dificultades y debilidades, sin embargo es muy poco lo que podemos captar de su majestuosidad. Sin embargo podemos estar orgullosos, jactarnos de conocer esa infinitésima parte de Dios, es de lo único que nos es permitido sacar el pecho y decir que hemos alcanzado algo, pues esto llena al hombre verdaderamente. La sabiduría, el conocimiento, la fuerza, las riquezas y demás, tendrán su fin en la eternidad, más el conocimiento a Dios se profundiza en ella.

Eres sabio, inteligente, fuerte y rico; está bien, pero todo eso de nada sirve si no estás conociendo y entendiendo al Eterno.

viernes, 9 de enero de 2009

Regresando a las sendas antiguas

Jeremías 6:16

Introducción: El pueblo de Israel había pecado continuamente por mucho tiempo, especialmente mediante la idolatría. El profeta Jeremías es usado por Dios para pedir al pueblo que deje sus malos caminos y vuelvan a las sendas antiguas, ellos no lo hicieron será que nosotros hoy podemos hacer Rhema esta palabra de Dios en nuestras vidas.

· Paraos en los caminos. (Proverbios 16:2) ¿Cuándo fue la última vez que tomaste un tiempo para reflexionar y cambiar actitudes en tu vida?. En muchas ocasiones nos enredamos en situaciones que nos es difícil escapar y debemos hacer un pare brusco para poder meditar en nuestras obras. Nos dejamos envolver en el exceso de trabajo, en el cambio de prioridades, en la excesiva comodidad y en los diferentes pecados; en muchas ocasiones ignoramos que estamos haciendo el mal porque estamos absorbidos por el camino en que andamos sin saber que su final es la muerte.

· Mirad y preguntad por las sendas antiguas. (Proverbios 4:26) ¿Cuáles son las sendas antiguas?

o Volver al primer amor.

o Tener correctamente nuestras prioridades: Primero Dios, familia, iglesia y trabajo.

o Establecer los principios de Dios en nuestro corazón: Estudiar las escrituras, memorizarlas y vivir de acuerdo a esos principios.

o Buscar a Dios como persona: Ayuno y oración.

· Andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma.

o El camino del Señor es perfecto y nos da la verdadera libertad.

El Fracaso de Agradar a Otros

Leí una historia de Ricardo Gondim, en la cual se contaba como un joven que solía trotar con él se encontraba muy desesperado, este joven buscaba consejo de cómo salir del estado de depresión en el que se encontraba, confesó que tenía miedo al fracaso y que eso lo tenía atemorizado. Ricardo le explico que el amor de Dios no tiene en cuenta el fracaso de las personas, el amor de Dios es incondicional, Dios ama sin importar el éxito de una persona. Pocos días después de la charla el joven decidió suicidarse, el joven no soportó más que su padre siempre despreciara los logros que obtenía, por agradar al padre jugaba futbol, por agradarle a él se gradúo de ingeniero, sin que nada de esto fuera grato para el padre.

Reflexionando en esta historia, recordé ciertos puntos:

1. Dios es lento para la irá y grande en misericordia (Éxodo 34:6): Frecuentemente esta presionados por las personas buscando agradar a un Dios que nos castigará si fallamos, si no alcanzamos las mayores expectativas se piensa que le hemos fallado a Dios y frecuentemente nos cargamos con eso, olvidando este principio.

2. El amor de Dios es por gracia (1 Juan 4:10;15-19): Por más que nos esforcemos por ganar el amor de Dios nada conseguiremos puesto Dios ama a todo hombre. Debemos descansar en su amor ya él nos amó todo lo que hagamos por Él es ganancia.

3. El éxito del mundo no siempre es el mismo de Dios: (Juan 14:27, Mateo 23:11, 1 Corintios 2:14) Dios no se rige por los principios establecidos por el hombre, frecuentemente nos cargamos alcanzando metas humanas, creemos que tener grandes templos, vehículos, mucho dinero es tener éxito y que esto es agradable para Dios pero Dios ama antes a los humildes, a los servidores antes que a los ricos y orgullosos de este mundo.

Buscar siempre agradar a otros nos mata